martes, 31 de agosto de 2021

PROPUESTA DE PROGRAMA DE FORMACIÓN POLÍTICA - por Prof. Dr. Rafael Alvira

La tesis básica del Programa es que todo verdadero político es un gobernante, y que gobernar es un saber teórico-práctico que -con las diferencias significativas que imponen los diferentes tipos de Instituciones- tiene validez universal para todas ellas. La formación exigible a un político es la de gobernante. Se puede tener esa formación y ejercerla en cualquier Institución que no pertenezca a lo que hoy se entiende como el ámbito de la política en sentido estricto; y se puede también, por supuesto, estar en política sin tener esa formación, lo que no es infrecuente hoy.

Por eso sucede que un buen gobernante de una Empresa u Organización cualquiera se readapta bien para gobernar en la esfera estrictamente política, mientras que quien se ha limitado a ser miembro activo de un partido político, al serle otorgado un cargo demuestra con frecuencia su ignorancia en materia gubernativa.

Al respecto se puede añadir que la gran mayoría de los miembros de una Cámara Congresual o Senatorial carecen de formación seria para el gobierno, con lo que difícilmente pueden tomar decisiones o aconsejar acertadamente sobre temas relevantes para la vida de un país.  


1. La política ha de ser estudiada en sus dos dimensiones: estructural y personal. En primer lugar, se ha de ver cómo es la sociedad en sus dimensiones fundamentales, pues sin este conocimiento es imposible gobernar de modo adecuado; en segundo lugar, hay que estudiar cuales son las cualidades que debe reunir todo buen gobernante. En consecuencia, la formación que debe recibir la persona que se dedica o quiere dedicarse a la política, ha de incluir el estudio de ambos aspectos.


2. Con frecuencia, el político parte de las ideas y costumbres generalmente admitidas, sin ponerlas en cuestión. Hoy día eso supone, en el plano estructural, la aceptación de una democracia representativa comprendida de modo genérico; y, en el plano personal, el deseo de insertarse en un partido político. El problema que presenta la mera aceptación de esquemas ya vigentes es que, cuando más, se puede llegar es a ser un buen técnico experto en ellos y, según la calidad y nivel de la técnica aprendida se pueden: a. arreglar fallos puntuales que se presentan; b. mejorar el funcionamiento; c. diseñar una estructura más eficaz. Pero lo que no se puede es comprender a fondo el sistema, y un sistema, como el actual, en grave crisis, por más que se la intente esconder. Sin esa comprensión, cualquier intento serio de mejora está abocado al fracaso.


3. La innovación, hoy tan de moda, es pobre cuando se mantiene dentro de los puros límites de un sistema. Para innovar de verdad hace falta no sólo analizar a fondo la estructura del sistema -lo que ya es mucho-, sino saber porqué surgió, a qué necesidades quería responder, etc., todo lo cual supone un conocimiento de lo que es la sociedad en general, y de su configuración en el momento presente. Sólo tras poner esas bases, se puede abordar con sentido el necesario estudio del arte del gobierno.


4. Toda sociedad es un cierto “sistema” -tomando esta palabra en sentido genérico-, es decir, una unidad que incluye múltiples partes, las cuales han de acoplarse de modo funcional. Eso significa, por un lado: a. que su estudio ha de ser necesariamente interdisciplinar; y, por otro: b. que ha de tener una fuerte componente humanística, pues toda sociedad es primariamente un grupo articulado de personas y el Humanismo es el saber fundamental acerca de la perfección de lo humano.

a. La Interdisciplinaridad es imprescindible, dada la “unidad plural” del ser humano y de toda realidad. Se ha de enfocar desde dos dimensiones:

a 1. Cuantitativa: Es la que adquiere más fuerza en la actualidad. El “Big Data” busca relacionar inteligentemente datos de todo tipo, de manera que se puedan obtener conocimientos que faciliten líneas de acción adecuadas. Es un gran instrumento, pero unilateral: el dato de por sí es sólo un instrumento. Centrarse sólo en el dato supone un atraso cultural muy considerable.

a 2. Cualitativa: Hoy está descuidada, pero es fundamental. Consiste en añadir a los datos, la comprensión de los fundamentos de las diferentes dimensiones de una realidad, de manera que se pueda llevar a cabo un juicio prudente acerca de hacia donde dirigir la acción. Ningún ordenador puede hacer un juicio prudente, porque tal juicio implica relacionar los principios y fundamentos del saber con las finalidades y objetivos elegidos y con el análisis de las circunstancias históricas y espaciotemporales empíricas.

b. El Humanismo tiene tres vectores fundamentales: comprensión del pasado (historiografía), del presente (filosofía) y del futuro (lenguaje -arte, técnica-). No se trata, como es obvio, de estudiar en detalle y con gran acopio objetivo estos saberes, sino de descubrir su significado y necesidad, de tal manera que cada uno adquiera el hábito de comprender el valor del pasado, el presente y el futuro para la formación del juicio prudencial. Con frecuencia el político falla por no comprender la historia de la sociedad que gobierna, o por desconocer que no todo es relativo, sino que también hay verdad en la sociedad, que una buena filosofía política le muestra, o por no ser capaz de construir un lenguaje para el adecuado desarrollo futuro de la sociedad respectiva. 

En sustancia, todo el Programa aquí diseñado va dirigido a la formación del juicio prudencial en el gobernante, y a la adquisición de las demás virtudes básicas. Sin prudencia política no se puede gobernar, pero ella no se tiene por nacimiento o buenas aptitudes, sino que requiere un aprendizaje difícil y además unido al de las otras virtudes fundamentales, sin cuya posesión la prudencia es ineficaz.


5. La formación de gobernantes debería incluir las siguientes líneas fundamentales:

a. Estudio interdisciplinar, con base humanística, del hombre y la sociedad;

b. Estudio de la situación de nuestro momento histórico;

c. Estudio de la filosofía, la ciencia y el arte del gobierno.


a. es la base de la que se tiene que partir necesariamente. Sin ese conocimiento, todo saber es fragmentario, carente de unidad y de verdadero significado;

b. la base de un conocimiento universal y profundo requiere un segundo conocimiento: la situación concreta a la que esa base se va a aplicar,

c. los conocimientos adquiridos en a. y b. posibilitan el buen gobierno, pero esa posibilidad se estropea si el gobernante no posee además la virtud de saber gobernar bien.

Una traducción concreta de estas líneas podría ser:


a 1.: Principios de Antropología

a 2.: Principios de Filosofía Política

a 3.: Civilización e historia; educación y cultura

a 4.: Espacio y territorio

a 5.: Fundamentación de la Economía

a 6.: Fundamentación del Derecho

a 7.: El ser de lo político y la política

a 8.: Principios de Ética y de Religión


b 1.: Principios de geoeconomía

b 2.: Principios de geopolítica  

b 3.: Aspectos centrales de la Historia contemporánea del propio país

b 4.: Aspectos centrales de la situación económica actual del propio país


c 1.: Filosofía, Ciencia y Arte del gobierno

c 2.: Teoría de la Organización y de la Innovación

c 3.: Fundamentos de la Administración

c 4.: Principios de Retórica


7. Y un desglose básico de las materias señaladas puede ser:


a 1.: Principios de Antropología

Una imagen de cómo es el ser humano en sus dimensiones fundamentales, con referencias religiosas, filosóficas, culturales y físicas.


a 2.: Principios de Filosofía Política

Qué se entiende por sociedad, cuales son sus elementos y constantes fundamentales; el sentido del poder y del gobierno.


a 3.: Civilización e historia: educación y cultura

Toda sociedad configura “espacialmente” una civilización, y “temporalmente” una historia. A su vez, toda relación humana en sociedad genera individualmente una educación y en común una cultura. Estudiar el sentido y la relevancia de estos cuatro elementos es de especial relevancia para un político.


a 4.: Espacio y Territorio

La ciencia y el arte de conocer, entender y, en consecuencia, saber usar adecuadamente, el espacio interior y el territorio exterior es fundamental para cualquier Organización, y también, por tanto, para las Organizaciones Políticas.


a 5.: Fundamentación de la Economía

El objetivo no es enseñar la complejidad de la ciencia económica a quien no la conoce -lo que es imposible en los límites de una asignatura-, sino hacer comprender el sentido de la vida y la ciencia económicas, sus conceptos fundamentales y sus claves principales en la situación actual.


a 6.: Fundamentación del Derecho

Semejante al punto anterior, no se trata de hacer jurista a quien no lo es, sino de abrirle los ojos al sentido y relevancia del Derecho, introduciéndole en el conjunto de sus conceptos fundamentales, y en la situación actual del Derecho.


a 7.: El ser de lo político y la política

Se ha de mostrar cual es el ámbito de lo específicamente político y cómo la comprensión de la política y su actividad propia depende de la manera de entender esa especificidad.


a 8.: Principios de Ética y Religión

Si la política se considera el conocimiento y la práctica supremas, entonces toda la vida personal y social se encuadra dentro del ámbito del poder estrictamente político, en la esfera de una vida volcada al exterior. Pero el ser humano tiene una interioridad, que se muestra primero en el despertar de su conciencia, que le pide obrar en justicia, o sea, de modo ético. A su vez, una interioridad ética apoyada en la “pura razón” no es suficiente ni para explicar el mundo interior del ser humano, ni para otorgar fuerza que empuje a obrar con justicia cuando parece que hacerla no nos favorece. La religión no sólo es imprescindible, sino que es la clave última, hasta el punto de que una política que intenta desconectarse de la religión acaba erigiéndose ella misma en religión (Rousseau: la religión civil del Estado; Hegel: el Estado moderno es el Dios objetivo en la sociedad).


b 1.: Principios de geoeconomía

Es una ciencia reciente, pero ya fundamental. En una economía globalizada como la nuestra ya no se puede prescindir de este estudio.


b 2.: Principios de geopolítica

Es una ciencia que desde el siglo XIX, cuando empieza a apuntar una interrelación política planetaria, ha pasado a primer término.


b 3.: Aspectos centrales de la Historia Contemporánea del propio país

Uno de los fallos más graves de la educación actual es el escaso conocimiento de la historia. Ella sin embargo tiene las claves explicativas para comprender a fondo nuestra propia situación.


b 4.: Aspectos centrales de la situación económica actual del propio país

Si siempre le ha sido necesario al buen gobernante conocer de qué recursos económicos dispone su país, y cual es la estructura económica que tiene, hoy le resulta mucho más imprescindible que nunca. En un sistema democrático la economía es clave.


c 1.: Filosofía, Ciencia y Arte del Gobierno

Para gobernar bien hace falta esa triple formación: los principios filosóficos, el análisis científico y el aprendizaje práctico del arte de gobernar. Esto último implica el uso de ejemplos bien seleccionados (no meros “casos”).


c 2.: Teoría de la Organización y de la Innovación

En realidad, organizar es innovar, y, de otro lado, toda innovación ha de integrarse en una organización. Lo que se llama Dirección tiene tres dimensiones: el gobierno superior, la organización-innovación y la administración. Cada una de ellas requiere hábitos diferentes. Hay excelentes organizadores que sería malos gobernantes, administradores que no saben organizar, etc.


c 3.: Fundamentos de la Administración

El Gobernante superior ha de tener la visión completa, el organizador-innovador ha de ser técnico y creativo, pero a la vez es preciso administrar adecuadamente los bienes y recursos de los que se dispone. Con frecuencia hoy los directivos son más organizadores que verdaderos gobernantes, con lo que no tienen contenta a su gente, y además arrastrados por la imaginación inventiva administran mal, de donde provienen las hoy tan frecuentes quiebras.


c 4.: Principios de Retórica

Es imposible realizar bien cualquier función en sociedad, y en particular las funciones de gobierno, si no se sabe comunicar bien. Hoy se está volviendo a estudiar un saber de gran relevancia, muy estudiado en épocas pasadas y en buena parte orillado desde el Romanticismo: la Retórica. Es imprescindible.


6. Finalmente, es oportuno subrayar que una formación completa, exhaustiva, en todas estas materias no se puede llevar a cabo en unos meses o incluso en dos años. La intención del programa es socrática: el comienzo de todo saber es darte cuenta de que no sabes. Se busca aquí abrir a los futuros gobernantes el panorama de los saberes fundamentales que hacen posible llevar a cabo un buen gobierno, sobre todo cuando se trata de un gobierno de las más altas Instituciones y grandes responsabilidades. Es imposible gobernar bien si falta visión, pero ella se adquiere cuando el futuro gobernante descubre las múltiples dimensiones de la sociedad y la persona, su verdadero y profundo significado, y la relación entre ellas.

Sólo quien tiene esa formación tiene, por un lado, el juicio propio de la prudencia gubernativa o política, y, precisamente por ello, es también capaz de elegir bien a sus asesores y consejeros. No es infrecuente hoy en política el hecho de tener muchos, pero es más raro que se les utilice bien, porque para ello hace falta entenderlos. 

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