Se me ocurren varias razones, pero una sola es suficiente. Después de casi veinte años estudiando e investigando sobre la identificación y el desarrollo del talento, parece buen momento para compartir por este cauce, potencialmente masivo, ideas, experiencias y resultados de investigación tanto propios como ajenos.
La investigación y la práctica educativas por una parte y la divulgación y formación por otra, han sido el cauce más habitual hasta ahora, pero no parece suficiente.
Compartir es una actitud de servicio que se debe suponer en quien estudia un tema con espíritu universitario. Eso es, precisamente, lo que nos enseña la Universidad: a tener un decidido afán de búsqueda de la verdad, con mentalidad abierta y espíritu de servicio. A poner al alcance de otros lo que hayamos logrado con nuestro esfuerzo, quizá de años.