Brasil se enfrenta hoy al dilema de ser
potencia regional o actor global, aunque sea quizás el más fuerte candidato
iberoamericano que probablemente integrará la cúpula económica mundial en el
lejano 2050, según expertos en el BRIC –un acrónimo acuñado hace nueve años por
Jim O’Neill, Director de Goldman Sachs Asset Management y miembro de la
junta directiva del grupo de expertos Bruegel, que se ha convertido en sinónimo
del ascenso de Brasil, Rusia, India y China.
Actualmente estos países, junto a los del G-8, generan la mayor parte del impulso positivo para la economía mundial. China –incluso antes del terremoto– ha superado a Japón como segunda economía del mundo, con una producción aproximadamente igual a la de los otros tres países BRIC juntos. El PIB agregado de los 15 es de alrededor de 11 billones de dólares, lo que significa cerca de 80% del nivel de los Estados Unidos, como ha puesto de relieve el propio O’Neill en un artículo publicado por Jennifer Hughes en el Financial Times en enero de este año 2011.