En los años setenta se puso de moda en mi país -supongo que también en otros, porque las modas culturales son internacionales-, una nueva disciplina con pretensiones científicas: la prospectiva. Algo así como una futurología social, que hablaba de futuribles y futurables: el futuro posible y el futuro deseable.
viernes, 7 de enero de 2011
¿HACIA DONDE VA EL MUNDO? POR ROBERTO BOSCA, Miembro del Consejo Asesor de Civilitas
¿Hacia dónde va el mundo? No tengo la menor idea. Si es que se puede decir que el mundo va hacia alguna parte, la historia muestra que el ser humano es muy imprevisible. Definitivamente es una pregunta que me queda grande, me resulta tan enorme que hasta se me antoja intimidante, al punto de que me parece que sólo Dios puede responderla de un modo adecuado y sobre todo veraz.
En los años setenta se puso de moda en mi país -supongo que también en otros, porque las modas culturales son internacionales-, una nueva disciplina con pretensiones científicas: la prospectiva. Algo así como una futurología social, que hablaba de futuribles y futurables: el futuro posible y el futuro deseable.
En los años setenta se puso de moda en mi país -supongo que también en otros, porque las modas culturales son internacionales-, una nueva disciplina con pretensiones científicas: la prospectiva. Algo así como una futurología social, que hablaba de futuribles y futurables: el futuro posible y el futuro deseable.
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