Momento crítico. Las intervenciones de Güemes requieren dosis enormes de concentración y precisión. Muchas veces los pacientes se atienden en el mismo avión hospital. |
Especializado en oftalmología pediátrica, el argentino Adolfo Güemes viaja en un avión hospital a las regiones más castigadas del planeta, donde opera (y les cambia la vida) a niños con graves problemas de visión
Por Laura Ventura | Para LA NACION
Hay
segundos cruciales en la vida de Adolfo Güemes, aquellos en los que se abstrae
del resto del universo. No escucha nada a su alrededor y cada célula de su
cuerpo se concentra para lograr que en un espacio milimétrico pueda aparecer la
luz. Güemes es un cirujano argentino, destacado a nivel mundial, especializado
en estrabismo y oftalmología pediátrica. Desde algo más que una década,
anualmente, viaja a destinos remotos para cambiar la vida de desconocidos y lo
hace como uno de los médicos convocados por Orbis, organización norteamericana
sin fines de lucro que opera de modo gratuito y enseña a los cirujanos locales
en destinos carenciados del planeta. Su mérito no es sólo internacional, ya que
también ad honórem este profesional recorre nuestro país de la mano de la
Fundación Médica de Salud Visual y Rehabilitación (Fusavi).