Manos de Dios Padre - Albrecht Durer |
En Civilitas, desde el principio, hace ahora más de 25 años, insistimos a
nuestros jóvenes que no se puede hacer nada importante por sí mismo, por la
propia familia, por la Patria y por los demás, si no es siempre con esfuerzo,
trabajo abnegado, fortaleciendo la voluntad, y sin tanta auto-compasión como
ahora cultivan tantos jóvenes occidentales, cómodos y bien
alimentados.
En nuestras tareas formativas nos dirigimos sobre todo a quienes tienen
afán de servir a través de la vida pública. También en este ámbito es
imprescindible ser ejemplares en el espíritu de trabajo intenso y constante, llevado a cabo con la humildad de quien se sabe que administrador de algo que no es suyo. Por
eso nos gustan estos versos del poeta uruguayo Emilio Carlos Tacconi: