La Universidad Autónoma de México pidió al Dr. Miguel Ángel Rosales Alvarado que escribiera un artículo en defensa de las ciencias
humanísticas. Por entender que puede ser de interés general para los amigos de Civilitas en todo el mundo, lo reproducimos aquí.
Praxis Filosófica
Apología de las Ciencias Humanas en el Siglo XXI
"Vivir sin filosofar es,
propiamente,
tener los ojos cerrados, sin
tratar de abrirlos jamás."
René Descartes.
Mas allá de la Defensa de la Filosofía[1] de Josef Pieper
donde se ensaya en el siglo XX una apología de la disciplina filosófica ante
los reclamos de la exclusión del pensamiento positivista desencadenado por la
taxonomía germana iniciada por Fichte, Hegel, Weber entre otros pensadores que
fueron relegando a las ciencias del espíritu de los modelos científicos del
pensamiento riguroso, matemático, verificable de manera necesaria por medio de
la prueba material-empírica de las Ciencias Naturales, es decir, la mesurable
evidencia de la lógica físico-matemática.
Por ello, las Ciencias Humanas en general y en particular la
Filosofía que no responden a las aproximaciones de los modelos epistemológicos
de la Física, Química o Biología son descalificadas de cientificidad y sobre
todo de praxis. Sin embargo, esto es un error que las últimas décadas ha puesto
en tela de juicio en los sistemas educativos nacionales e internacionales donde
se pone en cuestionamiento, sí acaso es necesarias cierto tipo de materias en la
formación académica media-superior y superior, cuando los modelos educativos
requieren la cualificación de competencias conducidos hacia los procesos de
manufactura, tecnificación y mercado.
Cabe recordar que en nuestro contexto nacional después de la
desarticulación en la educación básica de materias como civismo, ética.
Incluso, las Doctrinas Filosóficas se pretendieron eliminar de la curricula del
área cuarto de las Humanidades en la educación preparatoria.[2]
De esta manera, se apuesto directamente en cuestionamiento
¿de qué sirve la Filosofía en la formación social del estudiante? Aquí, la
respuesta radical como preparación a la integración de su vida, convivencia y
desarrollo como ciudadano pleno derechos, obligaciones en comprensión e integración
de saberes, asimilación consiente del ser social, la naturaleza humana y su
entorno de interacción.
Sin embargo, el mercantilismo educativo a nivel mundial y en
México ha ido restringiendo el acceso digamos democrático al estudio de la
Filosofía a nivel profesional. Por ejemplo, en nuestro contexto nacional. La
carrera de Filosofía persiste en las universidades públicas y privadas con
orientación religiosa. Unas más conducidas por cuestiones ideológicas,
prestigio o tradición. También, unas más inclinadas al aspecto del desarrollo
teorético filosófico, a la justificación de posturas filosóficas
tradicionalistas, a la historiografía del pensamiento. Otras más inclinadas a
los aspectos incluso literarios-estéticos. Unas tantas con vinculación
humanista-empresarial.
A pesar de estos interesantes grandes campos de desempeño de
la Filosofía en la formación académica profesional ningún centro educativo ha
vinculado los aspectos teóricos implicados mediante la Filosofía de la Ciencia
en la justificación del propio progreso de los centros tecnológicos donde queda
supuesto el entendimiento pleno de las razones que hacen posible la comprensión
y aplicación de los productos de la investigación científica y sus
repercusiones en la vida cotidiana del ser social. Es por ello, que el área de
desempeño profesional del egresado de una carrera como Filosofía tienen el
importante reto, brecha de oportunidad para fundar nuevos campos del
conocimiento que presenta el desarrollo tecnológico. Tal es el caso, de la
reflexión filosófica desde el punto de vista ético-moral implicado digamos en
el uso armas en los drones. Lo cual, implica mesurar el uso de la tecnología en
tareas reservadas solo para seres humanos.
Precisamente, este es campo de reflexión de la Filosofía de
la Ciencia que desciende a la Tecno-Ética en la aplicación de las herramientas
de las ciencias exactas en el ejercicio moral del hombre frente a su entorno,
frente a si mismo. Es por ello, que al constante progreso tecno-científico, al
avance exponencial de la cuarta revolución industrial, esto es la robotización,
la Filosofía sigue vigente para brindar respuestas, tan solo que estemos
dispuestos acceder el pensamiento humano a las maquinas. De esta manera, en
países anglosajones y europeos las Ciencias Humanas y la Filosofía se han visto
revaloradas, ya que, ante el desplazamiento paulatino, así como acelerado de la
inteligencia artificial y la robótica son todavía las materias, las carreras y
las especializaciones humanísticas una necesidad más imperante en la transformación
de la vida del hombre en el Siglo XXI.
Es verdad, que ciertos centros educativos se han hecho la
pregunta, si seguir manteniendo a la Filosofía como carrera. Sin embargo, en
cuanto cierran la carrera se entregan al mercantilismo educativo de manera
total. Una perdida que valorada por otras universidades se presentan como
ventanas de oportunidad para la prevalencia.
Ejemplos de contrastes. La Universidad Anáhuac Sur cerro la
carrera de Filosofía, mientras su campus hermano en el Norte ha intentado
buscar justificación desde un punto de vista pragmático de una carrera de
Filosofía Aplicada a las ciencias físicas y sociales. Sin embargo, no se ha
concretado avance al respecto. Por otro lado, la Universidad Panamericana ha
posibilitado el ejercicio académico como práctico de los estudios de Filosofía
mostrando que la formación del filosofo se encuentra en un sentido adjetivo y
sustantivo.[3] En el primero, se forman intelectuales para la investigación, la
catedra, la formación continua de la reflexión del conocimiento y sus
implicaciones en la vida social, política y económica. En el segundo sentido,
se vincula la formación intelectual al ámbito de la empresa donde los egresados
en filosofía han mostrado gran valía en el mundo de la Alta Dirección de
Empresas en las áreas de Recursos Humanos, Relaciones Publicas, Psicología
Organizacional, Auditoria, Gobierno y Políticas Corporativas, Comunicación
Institucional, Historia Empresarial, Innovación y Desarrollo.
Así mientras, en las Universidades Públicas la Filosofía
pareciera ser un lastre en la implementación de las políticas públicas
educativas más dispuestas a ceder a los modelos educativos neoliberales del
resto de los Centros Educativos Privados que consideran a la Filosofía como una
carrera no rentable, no redituable desde las exigencias de la óptica del
mercado laboral.
Por ello, plantearse en la educación pública superior la
desaparición de la Carrera de Filosofía significa la entrega absoluta ese
neo-liberalismo educativo, que pretende adelgazar en la formación la propia
comprensión del Estado frente al Mercado y el Capital. Inclusive, de
pretenderse eliminar la carrera de Filosofía de la Universidad Nacional
Autónoma de México significa la perdida del baluarte más importante de la
Filosofía en América y en el Mundo. Ya que la UNAM heredo el estudio forjado de
la Filosofía por casi 350 años de la Real y Pontificia Universidad de México de
1551. Centro educativo que fortaleció los argumentos formulados por los
defensores de indios como Vasco de Quiroga, Bartolome de las Casas, Alonso de
la Veracruz, Bernardino Álvarez, Juan de Palafox ante las discusiones de
quienes negaban la naturaleza humana y espiritual de los indígenas. E incluso,
quienes discutían su exterminio total, ya que ni si quiera se les consideraba
en buena disposición para ser esclavizados.[4]
Es más recordemos, que tras la transformación de la Pontificia
Universidad a la Autónoma de México en el siglo XX el mayor enriquecimiento del
estudio de la Filosofía en el país se debió a los migrantes españoles como
Villoro, Joaquín Xirau, León Felipe, Eduardo Nicol entre otros que iniciaron el
cuestionamiento de la Filosofía de México, es decir, la reflexión sobre el ser
del mexicano, que es lo mexicano, que significado tiene México ante
occidente.[5]
De manera, analógica la universidad publica por excelencia,
es decir, la UNAM tiene el importante reto en los inicios del Siglo XXI la
defensa de la Filosofía desde sus raíces y su reformulación proyectiva hacia el
ámbito de la praxis. Se expresa en las escuelas de filosofía un dicho popular
entre filósofos “no hay mejor teoría que la práctica.” Como “no hay práctica
sin teoría.” Desde esta perspectiva, la Filosofía se muestra como un
conocimiento necesario como en otras épocas de crisis para esgrimir los
argumentos más racionales, razonables para la continuidad de la Historia de la
Humanidad. Es así, que donde existe un problema en la ciencia, en la sociedad,
en la política, en la economía, en todo ámbito del hombre se encuentra una
respuesta filosófica.
Por lo tanto, el estudio y la aplicación de la Filosofía
exige en una solución práctica ante la deshumanización de las actividades
humanas, ante la fractura de los sistemas, ya que permite valorar y comprender
la situación individual y colectiva del hombre en su estar y hacer en el mundo.
De aquí la importante misión de la Filosofía no solo en el ámbito privado sino
fundamentalmente en su esfera pública. Ofrecer desde el estudio de la propia
carrera de Filosofía la formación de criterio de análisis y síntesis, el saber
prudencial, la habilitación del sentido común que debe imperar en el actuar
humano. En este caso, la UNAM tiene el horizonte de la raza cósmica formando a
los filósofos que deberán formular, sustentar y defender la reforma educativa
que demanda la sociedad mexicana e incluso la propia transformación de la sociedad
global en cuanto desde el impulso pragmático de la Universidad se habré el
panorama para ofrecer la Filosofía al resto de la ciudadanía puesto que acaso
¿no es necesario enseñar a pensar un poco al pueblo? ¿la sabiduría es solo
terreno exclusivo de una pequeña elite académica? ¿la Filosofía como madre de
todas ciencias será devorada por sus hijos? ¿El estudio y aplicación filosófica
es tan solo una quimera? En última instancia, ¿Cuál es beneficio de prescindir
del estudio formal de la Filosofía ya sea en periodo preparatorio y
profesional?
Esta apología se encuentra abierta a la discusión, al
dialogo filosófico serio para argumentar que son mayores los beneficios de la
praxis filosófica que el mero cuestionamiento y su posterior rechazo de la
Filosofía en la vida del mexicano y del ser humano de todos los tiempos.
[1] Josef Pipper, Defensa de la Filosofía, ed. Herder,
Barcelona, 1989.
[2] Recuérdese que entre los años 2011-2013 la lideresa Elba
Esther Gordillo empujo fuerte para eliminar la Filosofía de los estudios de
bachillerato por considerar el siguiente indebido supuesto: “La Ética y la
Filosofía son materias Transversales de poca importancia en la formación de los
alumnos del Sistema Nacional Bachillerato; no saber de Filosofía ayuda a tomar
una mejor decisión sobre que se quiere estudiar profesionalmente.”
[3] Hernández Franco Juan Abelardo, La Revolución de los
Intelectuales, Ed. Ducere, México, 2000.
[4] Pavón-Cuéllar David, La Psicología Novohispana:
Defensores de Indios, Filósofos Escolásticos, Religiosos Hipólitos e
Intelectuales Ilustrados, Revista de Historia de la Psicología, 2013, vol. 34,
núm. 2 (junio), Publicacions de la Universitat de València 2013.
[5] Téngase en cuenta que el acceso a la Filosofía alemana
en México se debido a las traducciones de los refugiados españoles. Tanto la
conformación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM como el propio
Colegio de México se debe al impulso de los ibéricos en el exilio al estudio de
la Filosofía desde la divulgación, formación e investigación.
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