sábado, 9 de noviembre de 2013

PROHIBICIÓN, O LIBERALIZACIÓN DE LAS DROGAS: DOS PERSPECTIVAS ANTAGÓNICAS DE GOBIERNO - Por Miguel Ángel Rosales Alvarado

"El mejor médico es aquel que está convencido
de lo inútil que son las drogas"
Benjamín Franklin.
29-08-2013.

La sociedad mexicana se encuentra en un momento histórico inaudito. Por primera vez, se ha propiciado un intenso debate sobre las drogas. Romper el tabú para contrarrestar los resultados de una guerra infecunda que no ha generado ningún tipo de beneficio sino al contrario ha trastocado el bien común primordial, es decir, la Paz Social.

Después de seis años de una política de seguridad pública enfocada al combate frontal del tráfico de narcóticos con el uso del ejército, los resultados llevan a las autoridades y a los ciudadanos mexicanos a debatir abiertamente  acerca de la legalización del uso médico e incluso, el consumo recreativo de las drogas ilegales. [1]

El pasado 31 de Julio del 2013,  la Fundación Miguel Alemán[2], convoco al Foro de Despenalización de la Marihuana, donde ex funcionarios de Estado de primer nivel como, Pedro Aspe Armella, Jorge Castañeda Gutman, Juan Ramón de la Fuente y Fernando Gomez-Mont quienes desde sus experiencias a cargo de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, la Secretaria de Relaciones Exteriores, la Secretaria de Salud y la Secretaria de Gobernación respectivamente, debatieron la pertinencia de revertir los efectos de una política criminal desatinada y contraproducente respecto a la producción, distribución, venta y consumo de estupefacientes.[3]

A pesar que México es un país sumamente conservador respecto a la temática, lo cierto, es que un número creciente de líderes políticos, sociales, empresariales e incluso académicos, presentan una contra-argumentación ante la postura tradicional de prohibición, criminalización y combate violento para quienes consumen, comercializan y producen marihuana, y llaman a extender el debate sobre otras drogas como el opio, morfina, peyote, cocaína, MDMA, LSD, entre otros narcóticos.

Por lo tanto, se hallan dos posturas encontradas desde la perspectiva de la opinión pública, y de mayor relevancia desde la óptica del Gobierno Mexicano. En este sentido se debate abiertamente; ¿continuar criminalizando los narcóticos? o ¿descriminalizar, liberar, tolerar y regular el consumo en principio sobre la marihuana?

Al respecto, es de sorprender que los papeles argumentativos de las clases políticas se encuentran invertidos. La tradicional derecha mexicana es la defensora de la despenalización, el propio Ex-Presidente Vicente Fox Quesada declaró el 6 de Enero del 2013, estar a favor de la legalización de la marihuana para generar mayor recaudación fiscal e incluso dijo estar dispuesto a sembrar la hoja narcótica para su comercialización.[4] En tanto, el opositor de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado tras el foro de Ex-Funcionarios conservadores oponerse rotundamente a la legalización [5]; sin embargo, miembros del propio Partido de la Revolución Democrática como el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, así como Manuel Granados, líder de la banca perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados Federal Silvano Aureoles encabezan una estrategia a que se suma el Partido Revolucionario Institucional para liberalizar y despenalizar el consumo de la marihuana primero en la Ciudad de México para continuar con los estados de Puebla, Morelos e Hidalgo.[6]

Ahora bien, ante la amplia polémica entre la sociedad y la clase política, el Gobierno de la República ha manifestado una postura neutral al declarar oficialmente a través del Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong respetar la libre determinación de la sociedad respecto a la legalización de la marihuana a través de encuestas de opinión y mediante la representación popular en las Cámaras Legislativas.[7] Aunque en lo personal el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ha afirmado no estar de acuerdo en la desregulación de las drogas, lo cierto es que permite que el tema se debata entre la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, e incluso pide un debate hemisférico para calibrar el impacto de la legalización recreativa de la marihuana en los Estados de Colorado y Washington ante el Presidente Obama.[8]

Sobre estos aspectos, es debido reconocer el cambio de paradigma político del Gobierno mexicano, ya que por un lado, tradicionalmente un presidente mexicano era capaz de instruir al Congreso mediante un Decreto de Ley para que sólo se sancionen la postura de la máxima autoridad política del país. En la actualidad, se muestra la intensión del Presidente de otorgar mayor autonomía legislativa a las cámaras legislativas para la aprobación de leyes. Y por otro lado, es la primera ocasión que un presidente mexicano impele al Gobierno de los EUA, a no ser más un receptor de sus políticas de gubernamentales, sino un formulador de políticas regionales adecuadas a la integración de América del Norte más allá de la batuta unilateral yanqui.

En consecuencia, nos encontramos ante una postura política, social y oficial controvertida que requiere una revisión a los argumentos que se esgrimen en contra y a favor de la liberalización de los narcóticos de uso medicinal y recreativo. Por lo tanto, a continuación hacemos un breve examen de dichos argumentos para permitir al lector formar un criterio libre de prejuicios y adecuado a su libertad de deliberación.

A)    Argumentos en Contra:

A.1) Argumento Moral: Se concibe como drogas inmorales a todas aquellas substancias que son capaces de producir cambios en el estado de ánimo, alteración de la conciencia, estimulantes del sistema nervioso, que inhiben ciertas funciones del organismo humano. A lo cual, se asocia su uso cotidiano a la pobreza, la marginación, el abandono de actividades productivas, el control social y psicológico sobre las personas, lo cual genera corrupción entre los individuos y sus comunidades.

A.2) Argumento Penal: La criminalización del narcotráfico hasta el consumo individual responde al interés público de catalogar una serie de substancias prohibidas que generan cambios en la conducta del consumidor inclinándose a cometer actos delictivos como robo, asalto, fraudes, violaciones, asesinatos, etc. Por ello, toda actividad relacionada con el uso de psicoactivos ilegales debe mantenerse penados y duramente castigados.

A.3) Argumento sobre la Seguridad Pública: Los actos clandestinos ligados a la ilegalidad de los narcóticos genera una serie de efectos secundarios debido a la organización de las bandas delictivas para cubrir la demanda de consumo. Por tanto, el Estado debe combatir la violencia de los cárteles por el control de las plazas de comercio, la compra de voluntades de servidores públicos, oficiales de aduanas, magistrados, jueces, banqueros, políticos, periodistas y líderes de opinión que omiten actos operativos en el conocido mercado negro como son la intimidación, la extorsión, el lavado de dinero, terrorismo, delitos contra la salud, delincuencia organizada, entre otros asociados a las actividades de la delincuencia organizada.

A.4) Argumento sobre la Salud Individual y Pública: Los narcóticos generan adicciones y dependencia física y psicológica, de tal manera, se generan posibles daños al sistema nervioso, endocrino, digestivo, circulatorio, y también pueden producir graves trastornos mentales. Por un lado, se considera que las drogas ilegales producen riesgos a la salud individual como es el caso del VIH/SIDA, hepatitis, tuberculosis, paros cardiacos, deficiencias respiratorias, sobredosis, accidentes diversos, derrames cerebrales,  esquizofrenia, paranoia, depresión, suicidio. Por otro lado, se considera el alto costo social en las finanzas públicas debido a lo oneroso de los tratamientos de las referidas enfermedades degenerativas y consecuencias a la sanidad. Así, se refuerza el argumento penal al prohibir el uso de substancias ilegales por sus riesgos a la salud individual y pública.

A.5) Argumento Económico: La delincuencia organizada encuentra una fuente de recursos para la compra de armas, corromper autoridades, financiar guerrillas, entre otras distorsiones del mercado negro que generan grandes ganancias no controladas por el fisco, que no contribuyen al gasto público. Por lo tanto, los recursos procedentes de las drogas son peculios ilegales, que deben ser decomisados y puestos a disposición del Estado para el tratamiento de las adicciones, así como para el combate contra la delincuencia organizada.

B)    Contrargumentos a Favor:

B.1) Contrargumento Moral: El consumo cotidiano de narcóticos no es reprobable mientras no tenga consecuencias hacia terceros, e incluso se llega a considerar como un ejercicio pleno de los derechos humanos como libertad de intoxicación, es decir, derecho al consumo individual sobre aquellas substancias que generan estados alterados de la mente o estimulan al organismo. En este sentido es un prejuicio concebir a los psicotrópicos como represores de la inteligencia, ya que al contrario como ocurre en ciertas psicoterapias, ritos religiosos, o en el propio uso recreativo de alucinógenos, presentan una oportunidad para explorar la conciencia y la realidad, incluso de forma mística. 

B.2) Contrargumento Penal: La prohibición de las drogas no ha disminuido el consumo al contrario, ha desatado la marginación, la exclusión social y la violencia. Ahora bien, tratar al adicto como un delincuente para ser procesado en el sistema penitencial,  acarrea la problemática de mezclar a un consumidor corriente con los delincuentes comunes, o con aquellos de mayor peligrosidad, con el riesgo de ser reclutados dentro de las cárceles por los grupos delictivos para nutrir las filas de la delincuencia organizada. Por ello, se arguye que se envía a un simple consumidor a la Escuela del Delito para graduarse una vez cubierta su condena.

B.3) Contrargumento sobre la Seguridad Pública: La guerra contra las drogas genera antes violencia que la paz social que se pretende lograr. Es una guerra perdida que guarda analogías con la guerra contra el alcohol de los años 30s en los Estados Unidos de Norteamérica. Las bandas delictivas tienen uso discrecional de violencia física y psicológica al operar al margen de la Ley para proteger sus mercados y los grandes dividendos que producen sus actividades ilegales. Por lo tanto, el uso de la fuerza pública obliga a la delincuencia organizada recurrir a la violencia absoluta mediante la compra de armas de alto calibre a fin de combatir a la autoridad, así como a otras bandas delincuenciales según se disputan el control de las plazas, o territorios, donde dicho control responde a quien posee mayor capacidad de destruir al enemigo. La descriminalización de los narcóticos tiene por consecuencia inmediata frenar las actividades ocultas del mercado negro sin la necesidad de combatir violentamente una libre empresa. Como en el caso de la descriminalización del alcohol, este contrargumento fortalece los argumentos sobre la salud y la economía, ya que la desregulación de las drogas permite al Estado tener control y vigilancia directa sobre un mercado legalizado donde se atenúan los efectos negativos de una prohibición que impacta en la salud, la seguridad y las finanzas públicas. Finalmente, hacia los ciudadanos quienes padecen de diferentes maneras, incluso con la propia vida, la amplia corrupción al tejido social causada por una prohibición contraproducente para la propia Seguridad Pública.[9]

B.4) Contraargumento sobre la Salud Individual y Pública: Estudios realizados por diferentes organizaciones coinciden que entre un 70 a 80% de las muertes relacionadas con drogas se deben a la falta de acceso a dosis estandarizadas bajo controles de calidad.[10] Por otro lado, el uso de la mariguana, el LSD, la cocaína, el MDMA, se utilizan con fines terapéuticos e incluso drogas duras como la morfina, la heroína o la cocaína son indispensables en el campo de la Medicina Moderna, a tal grado, que toda operación mayor requiere de estos narcóticos para alterar el estado de vigilia durante una intervención a cuerpo abierto. Esto quiere decir que más allá de producir riesgos para la salud el uso regulado y controlado de los narcóticos conllevan una serie de beneficios medicinales.

B.5) Contrargumento Económico: La producción, comercialización y el consumo son actividades económicas que generan grandes sumas de dinero. De acuerdo a la ONU, el tráfico de drogas genera sumas aproximadas entre $ 400 y 600 mil millones de dólares anuales, es decir, entre el 8% al 12% del comercio global, cerca del 10 % del PIB mundial. [11] Por lo tanto, la prohibición limita al Estado la recaudación directa del Fisco sobre aquellos impuestos derivados del mercado de las drogas. Además, los propios gobiernos a escala global gastan miles de millones de dólares para combatir el comercio de narcóticos sin presentar una ganancia económica, o social. Más aún, el gran peso del gasto en el combate contra las drogas lo absorbe el sector de la salud pública y la readaptación social, debido a los altos costos de los tratamientos y confinamiento de los consumidores de drogas. Por lo tanto, la regulación sobre los narcóticos impacta positivamente a las finanzas públicas desde una perspectiva de mayor recaudación fiscal, así mismo un ahorro substancial a los gastos derivados por una política pública prohibicionista más que educativa y preventiva.

En consecuencia, se han presentado hasta el momento las dos caras de la moneda; sin embargo, aún quedan algunas interrogantes acerca de una eventual liberalización de las drogas en México.

Por un lado, se encuentra el cuestionamiento respecto a la tolerancia de consumo entre los pueblos indígenas. Y por otro lado, la llamada “estrategia global de prohibición” mediante la cual todos los países miembros de la ONU se comprometen a legislar a favor de la prohibición de los narcóticos.

Respecto a lo primero, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 2 reconoce una composición pluricultural de la Nación asentada en los pueblos indígenas a quienes se les otorga el derecho a conservar sus instituciones culturales, sociales, económicas y religiosas ancestrales. Inclusive, se les confiere la autonomía para organizar sus formas propias de convivencia y organización social, lo cual, se le conoce como gobernarse bajo sus usos y costumbres.[12] En consecuencia, a los pueblos indígenas se les dota de autonomía para generar sus propios sistemas normativos, en principio, en apego a la Constitución Mexicana y sus leyes secundarias, sin embargo, bajo su propio fuero de aplicación. Por lo cual, en la práctica dicha autonomía tolera el consumo del peyote, mariguana, mezcalina, ayahuasca, setas alucinógenos entre otras plantas, hongos y cactus sagrados utilizados con fines ceremoniales y religiosos.[13] Es más algunos pueblos indígenas fomentan el consumo de narcóticos desde la infancia, sin que el Estado Mexicano propiamente pueda interferir en dichas prácticas, ya que, significaría una ataque directo a su identidad cultural.

Por ello, se presenta una profunda incisión en el propio pueblo mexicano, ya que a algunos grupos de la sociedad se les tolera el uso de narcóticos, mientras al resto se les aplica una dura política prohibicionista al grado de criminalizar su consumo. En este sentido, aún queda pendiente resolver esta aguda contradicción que antepone lo regional, a lo nacional, y de manera similar ante el contexto internacional respecto al uso de las drogas.

Precisamente, el segundo término pendiente en la discusión acerca de la liberalización de los narcóticos en México se refiere a lo que denomina Ethan Nadelmannf como la “estrategia global de prohibición”.[14] Por ejemplo, el 1 de Agosto del 2013 en Uruguay se aprobó la iniciativa del Presidente José Mujica en la Cámara de Diputados para legalizar desde la producción hasta el consumo de la marihuana.[15] Aunque, se encuentra pendiente el consentimiento de la Cámara de Senadores, lo cierto es que aprobación de la Cámara Baja generó una amplia polémica entre la comunidad internacional.

Por un lado, algunos presidentes latinoamericanos como Juan Manuel Santos de Colombia, u Otto Pérez Molina de Guatemala, han tomado el caso de Uruguay como un modelo para pedir reformas y estrategias más prácticas en la guerra contra las drogas. Y por otro lado, una vez que el país austral mostro sus intenciones de otorgar una liberalización total del uso de la mariguana e incluso de la cocaína, no se hizo esperar la condena inmediata de la ONU. Así, mediante la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIDE), organismo dedicado a la implementación de las convenciones sobre drogas de las Naciones Unidas, condeno la legalización de la marihuana en Uruguay. Y afirma en un comunicado;  “La ley, que permitiría la venta de cannabis para usos no médicos, estaría en total contravención de la provisiones de los tratados internacionales de control de drogas, en particular la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, de la que Uruguay es parte.[16]

Lo anterior significa que la legalización de las drogas es una decisión ligada al orden internacional. Sin embargo, a pesar de la condena a la legalización de los países y los gobiernos locales como es el caso de Uruguay, Colorado y Washington en los EUA, lo cierto es que a pesar de las convenciones internacionales, no existen mecanismos para
sancionar a los gobiernos sobre la liberalización del cannabis u otras drogas.

En consecuencia, es muestra una problemática sin resolver hasta el momento. En primera instancia acerca de la soberanía de las naciones para determinar libremente su capacidad de permitir y tolerar el uso de narcóticos entre su población. Y en segundo término,  se antepone la decisión libre e individual de las personas ante las determinaciones colectivas de los grupos opositores a un libre consumo de drogas.

Desde esta perspectiva, México representa un punto de quiebre en el combate o liberalización de los psicotrópicos, ya que por sus dimensiones poblacionales, su economía, y su posición geoestratégica, una eventual legalización de la producción al consumo trastoca profundamente la política internacional prohibicionista. Esto debido a que México cuenta en la actualidad con cerca de 110 millones de habitantes y tiene en la actualidad con el conocido bono demográfico; es decir, se cuenta históricamente con la mayor tasa de juventud. Sin embargo, México cuenta con el tercer lugar de “ninis”, seguido de Turquía y Brasil, países miembros de OCDE que se enfrentan al difícil fenómeno de jóvenes entre los 15 y 29 años de edad quienes sufren la tragedia personal de no contar con oportunidades laborales ni educativas. En la actualidad, los jóvenes que no estudian, ni trabajan en México, representan 24.3% de la juventud, esto es 7 millones 337 mil 520 personas, potenciales consumidores de narcóticos por falta de oportunidades y, más grave, potenciales elementos que pueden nutrir la delincuencia organizada.[17] Una eventual legalización de la marihuana posicionaría al país como un ejemplo liberalizador en otras regiones, convirtiéndose en una economía fuertemente nutrida por el consumo interno, por el narco-turismo[18] y por el potencial que ofrece como país de tránsito no sólo hacia el mayor mercado y consumidor de narcóticos del planeta que son los Estados Unidos de Norteamérica, sino también México al ser un país de enlace con el Centro y Sur del Continente Americano, sumado a ser un país bioceánico, presenta un punto importante de tráfico y exportación de drogas hacia Europa, África, Asia y Oceanía.  Por dichas razones, México podría producir un efecto en cascada puesto que la legalización de las drogas puede representar la liberalización del mercado global.

Ahora bien, ¿Qué podemos concluir ante el contexto que hoy simboliza México?, ¿qué podemos comprender del antagonismo entre la prohibición y la liberalización, entre los argumentos y los contra-argumentos?

En principio, es válido concluir que más allá de la polémica y las posturas enfrentadas es indispensable romper el tabú de los narcóticos para encaminar las políticas públicas  educativas hacia una instrucción veraz y oportuna. Ya sea que continúe la prohibición, o se despenalice, legalice, libere la producción y consumo de drogas, resulta indispensable integrar una materia dentro de la educación básica hasta preparatoria como puede ser la Psicofarmacología[19] desde la perspectiva de la Ética, que no sólo considere la educación en el comportamiento individual y colectivo frente a las drogas ilegales, sino también sobre el consumo de drogas legales que pueden afectar más a la salud y la conducta como puede ser el caso del tabaco, el alcohol, el café, la propia televisión y los dispositivos electrónicos con conectividad a Internet. En este sentido, es necesario educar sobre los efectos, los abusos y los vicios que generan las substancias naturales y los mismos productos del desarrollo tecnológico. En este sentido, la verdadera liberalización sobre las drogas se encuentra en la libertad de otorgar información veraz y oportuna con una debida actitud ética y pedagógica.
¿De qué otra forma es posible advertir acerca de los riesgos y peligros de las drogas legales o ilegales?

Finalmente, el gran reto no sólo del Gobierno sino también de la propia sociedad mexicana, es mostrar al resto del mundo la corresponsabilidad para generar los satisfactores de vida que requiere la persona humana para desarrollar plenamente su potencial. Un interesante estudio realizado por el Dr. Hart de la Universidad de Columbia demuestra ante la fuerte adicción que produce el crack, que no solo los sujetos de muestra entre humanos y roedores pueden dejar la droga al encontrar satisfactores básicos.[20]

En última instancia, el auténtico combate ante las adicciones, la delincuencia organizada y los efectos colaterales del mercado negro se encuentran en el reto educativo, en el reto de los satisfactores que generan el Gobierno y la Sociedad en su conjunto cuando realmente son conscientes de las necesidades de desarrollo de la persona humana mediante estímulos económicos suficientes. Solo de esta manera, es posible romper la antinomia y la paradoja que representan la prohibición ante la liberalización. 


Dr. Miguel Ángel Rosales Alvarado.[21]





[1] La Política de Estado de una guerra frontal a los carteles de las drogas mediante el empleo directo del Ejército generó inicialmente una buena aceptación de la opinión pública por tratarse de una acción contundente de Seguridad Pública. Sin embargo, cerca de 70, 000 muertos, ciudades abandonadas, comunidades desplazadas el incremento de la violencia y el incremento en el consumo de drogas, han hecho del combate contra los narcóticos una iniciativa cada vez menos popular.
[2] Fundación Miguel Alemán es una asociación civil organizada a nombre del Ex-presidente mexicano Miguel Alemán Valdés 1946-1952 dedicada al fomento, desarrollo, protección y apoyo a las actividades humanísticas, científicas, educativas, artísticas y de enseñanza en general. En la convocatoria de la fundación, también se contó la presencia de Armando Ahued Ortega, secretario de salud del DF, Graco Ramírez, Gobernador del Estado de Morelos, Manuel Granados Covarrubias, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Las citadas personalidades cuentan con una agenda para legalizar el uso de la mariguana al propiciar la aprobación de las iniciativas de la despenalización del cannabis en el mes de Septiembre en los congresos locales del Distrito Federal y Morelos.
[3] www.efe.com/efe/noticias/usa/mexico/foro-con-exministros-aboga-por-despenalizacion-marihuana mexico/5/50038/2095975
 "Es necesario entrar en serio a un proceso de revisión que nos lleve a la despenalización de la marihuana y a ir experimentando alternativas distintas a su criminalización que, hoy por hoy, todos coincidimos, está resultando en una estrategia contraproducente", Gómez Mont, Ex-Secretario de Gobernación (2008-2010).
[4] Finalmente, invito a su archirrival, el tabasqueño López Obrador a fumar la pipa de la paz, dejar atrás los tiempos de enfrentamiento político.
[5] www.proceso.com.mx/?p=349115
[6] http://aristeguinoticias.com/1008/mexico/legalizar-la-mariguana-en-mexico-quien-esta-a-favor-y-quien-en-contra/
[7] http://mexico.cnn.com/nacional/2013/08/02/los-mexicanos-seran-quienes-decidan-si-se-despenaliza-la-marihuana-osorio
El responsable de la Política Interna de México, Osrio Chong (SEGOB) declaro, que la discusión debe someterse "como lo ha manifestado el Presidente de la República, a la voluntad de la mayoría de los mexicanos. Podríamos presentar diversos procedimientos para ver lo que le conviene al Estado Mexicano. Una opción es la consulta ciudadana para conocer opiniones (…) Los mexicanos serán quienes decidan si se despenaliza o no.”
[8] http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,2130970,00.html
http://world.time.com/2012/11/27/can-obama-and-pena-nieto-clear-the-marijuana-smoke/
www.nytimes.com/2012/11/28/world/americas/mexico-seeks-to-recast-relationship-with-us.html
Personalmente, estoy en contra de la legalización (…) no creo que sea la ruta correcta”, declaró a la revista Time.  Aclaró que "no significa necesariamente que el gobierno mexicano vaya a cambiar de pronto lo que está haciendo (...), pero estoy en favor de un debate hemisférico sobre la eficacia de la ruta de la guerra contra las drogas que hemos seguido".

[9] Milton Friedman (1912-2006) destacado estadista e intelectual, premio nobel de economía, defensor del libre mercado y del neo-liberalismo cuestiona en la década de los 80s la prohibición de las drogas en los EUA. Califica a la iniciativa Norteamérica como una “guerra fallida inmoral”, que produce más muertes por la violencia, que las supuestas vidas que pretende salvar. Sobre su postura puede consultarse la conocida carta que dirige al Zar antidrogas William Bennet de la administración de George Bush padre.También, se recomienda revisar la entrevista  acerca de las drogas y el próximo colapso económico de 1991.
http://ntrzacatecas.com/2010/10/07/carta-abierta-de-milton-friedman-al-zar-antidrogas/
www.druglibrary.org/schaffer/Misc/friedm1.htm
[10] www.elcato.org/publicaciones/articulos/art-2003-04-02.html ; www.cato.org/publications/policy-analysis/thinking-about-drug-legalization
http://ar2005.emcdda.europa.eu/es/page068-es.html
Ejemplos representativos son Cato Institute que el 1989 realizó una investigación conducida por James Ostrowski respecto a la mortandad derivada de las políticas prohibicionista sobre las drogas. Por su cuenta, la European Monitoring Center for Drogs and Drog Addiction en su Informe Annual 2005 “El Problema de la Drogodepencia en Europa” entrega resultados de interés y amplias estadísticas acerca de las muertes relacionadas con sobredosis de heroína, opiáceos, metadona, etc.
[11] www.unodc.org/colombia/es/reportedrogas.html
Acerca de 10 años de estimaciones respecto al comercio de drogas. Puede consultarse, últimas cifras en el Informe Mundial sobre Drogas, 2012, United Nations Office on Drugs and Crime.
[12] http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/
[13] Las Enseñanzas de Don Juan, Carlos Castaneda, Fondo de Cultura Económica, 7ª edición, México, 2011.
http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11668784.html
Bibliografía de interés para profundizar en los usos y costumbres de los pueblos indígenas respecto al empleo de narcóticos en su vida cotidiana y en ceremonias religiosas. Ahora bien, en relación con el resto del continente, México representa la zona más rica tanto en la diversidad de alucinógenos como en su uso. Existen 24 especies de hongos solo en el sur del país y un total de entre 80 y 100 plantas “sagradas”. También denominadas “plantas de adivinación” o “plantas de los sueños”, los alucinógenos no solo se utilizan en rituales o ceremonias religiosas, sino que igualmente son utilizados para soportar condiciones de especial dificultad física como es el caso de la hoja de la coca en lugares de gran altitud y poca concentración atmosférica.
[14] Etahn Nadelmann, continúa el pensamiento liberal sobre las drogas de Friedman y actualmente es el mayor defensor de la legalización de la marihuana en los Estados Unidos y Latinoamérica. Principal precursor del uso recreativo del cannabis en los estados de Colorado y Washington. Se recomienda revisar los siguientes textos y consultar la página web de su organización no gubernamental que trabaja a favor de políticas despenalizadoras sobre los narcóticos.
Ethan Nadelmann. Cops Across Borders: The Internationalization of U.S. Criminal Law Enforcement. Pennsylvania State University Press, 1993.
Ethan Nadelmann, Ethan; Peter Andreas. Policing the Globe: Criminalization and Crime Control in International Relations. Oxford University Press, 2006.
http://www.drugpolicy.org/
[15]http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/08/130801_ultnot_uruguay_aprueba_ley_marihuana_jgc.shtml
[16] http://www.undrugcontrol.info/es/control-de-drogas-de-la-onu/convenciones
http://www.unodc.org/unodc/en/treaties/index.html#Drugrelated
En la actualidad existen tres tratados internacionales sobre el control de drogas que se apoyan mutuamente y se complementan. El primero es la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, el segundo el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, finalmente, el tercer tratado es la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988. En su conjunto estas tres convenciones regulan las medidas de control aplicables a nivel internacional con el fin de asegurar el uso exclusivo de estupefacientes y sustancias psicotrópicas para fines médicos y científicos, así mismo condena y obliga a los países imponer sanciones penales para combatir la producción, el tráfico, la posesión y el consumo ilícito de las drogas.




[17]www.oecd.org/edu/skills.../EDIF%202012--N°7%20ESP.pdf
http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9025552
www.imjuve.gob.mx, Encuesta Nacional de Juventud 2010, pdf.
Las últimas estadísticas sobre el número de jóvenes en México corresponden a los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y el Instituto Mexicano de la Juventud. Dichas estadísticas correspondientes del 2010 al 2013, muestran que en la actualidad México tiene cerca de 36.2 millones de jóvenes número que crecerá en los próximos 10 a 15 años según las estimaciones.
[18] El narco-turismo es un fenómeno como el turismo sexual que aprovecha las ventajas de demanda de los turistas de origen europeo, estadounidense e incluso canadienses quienes buscan precios más bajos y dosis de mejor calidad que en sus lugares de origen. En México es una situación relativamente reciente que se ha incrementado desde las décadas de los ochentas y noventas. Finalmente, representa una fuerte entrada de divisas para las economías emergentes.
[19] Psicofarmacología del griego ψῡχή, psȳkhē, "mente, alma, inteligencia"; φάρμακον pharmakon, "droga"; y λογία, logia, “estudio, investigación”. Disciplina científica surgida recientemente en la década de los 50s del Siglo XX. Ligada a la Psicopatología, su objeto de estudio se centra en el impacto de los narcóticos en los neurotransmisores que afectan los estados emocionales, cognitivos y conductuales de la personalidad. En este caso, la Psicofarmacología puede enriquecer su campo de investigación humanista con una aproximación a la Ética para poder habilitar una educación adecuada a la prevención sobre las drogas y sus efectos a la salud física, mental y social.
[20] www.ceifel.org, La Elección Racional de los Adictos, Dr. Carl Hart, 2013.
[21] Con el apoyo y colaboración en la revisión de fondo, contenido y estilo de Octavio Catalán Sánchez y Gabriel Paredes Fernández integrantes del Centro para la Formación de Estadistas y Lideres, Ac.

1 comentario:

Luis Manteiga Pousa dijo...

La marihuana quizás se pueda legalizar, a ver como va la cosa. Sobre las drogas más duras no lo tengo nada claro.Eso si, de legalizarlas tendría que ser una decisión internacional, de muchos países, no de unos pocos.