sábado, 13 de agosto de 2016

QUIÉN ES BUEN POLÍTICO PARA BALTASAR GRACIÁN



Baltasar Gracián
Me acerqué a este gran escritor pensando encontrar un buen tratadista en la formación de gobernantes, y sufrí gran decepción: su prudencialismo táctico –típico del Barroco español- no pasa de consejos para cortesanos. Pero CIVILITAS prosigue su indagación universal buscando nuevas fuentes de inspiración –también históricas y literarias- para nuestra tarea de ayudar a formar mejor a los jóvenes en su futura función de gobierno, con la esperanza que un día dirijan los mejores a nuestra sociedad y superemos la generalizada decadencia y desprestigio de la política


DELEGADO DE CIVILITAS CONVOCADO A INTEGRAR LA COMISIÓN DE CULTURA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DEL URUGUAY



Álvaro Fernández Texeira Nunes
A fines del mes de Julio del corriente, Mons. Alberto Sanguinetti Montero, Obispo de Canelones, Uruguay, invitó a nuestro delegado en Uruguay y administrador del blog de Civilitas-Europa, Ing. Agr. (MDH) Álvaro Fernández Texeira Nunes, a integrar la nueva Comisión de Cultura de la Conferencia Episcopal del Uruguay. La Comisión que preside Mons. Sanguinetti está integrada además por el Dr. Pablo Da Silveira, la Dra. Susana Monreal, el Dr. Ramiro Podetti, el Dr. Francisco O'Reilly, la Dra. Laura Álvarez Goyoaga, la Prof. Ivannah Toniolo, el Cr. Pablo Torres, el Pbro. Dr. Gabriel González Merlano y el Pbro. Pablo Coimbra.

Dicha Comisión trabajará por un período de tres años en temas como: Diálogo con la cultura; Rescate de la historia; Tradiciones y cultura popular; Derecho y libertad religiosa; Antropología; Apologética; Raíces culturales afro-americanas y Marketing Comunicacional.

REFLEXIONES SOBRE LA LIEBRTAD RELIGIOSA EN URUGUAY

El término “libertad”, según la primera acepción de la Real Academia Española, es: “Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.”

La primera reflexión que nos merece esta definición, es que la libertad es inherente a la naturaleza humana. La libertad no la da el Estado, ni la Constitución, ni la benevolencia de los legisladores. Nadie tiene la potestad de otorgar o quitar la libertad a otros. La libertad sólo se puede reconcer, respetar y proteger. Y es la propia naturaleza humana la que le marca sus límites.