miércoles, 30 de septiembre de 2020

LOS QUE SOBRABAN: LA EUTANASIA EN LA ALEMANIA NAZI - POR MIGUEL PASTORINO

La Asociación Médica Mundial, en su Asamblea del 2019 volvió a pronunciarse condenando la eutanasia y el suicidio asistido. Algo que se reafirma en el campo de la ética médica desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Son muy pocos los países en el mundo que se han atrevido a despenalizar la eutanasia, generando graves consecuencias sobre la protección de los derechos de los más vulnerables. Si bien la situación actual y los proyectos contemporáneos no son comparables con la biopolítica de la Alemania nazi y sería exagerado y anacrónico hacer un paralelo exacto con sus programas de eutanasia, me pareció interesante repasar los argumentos que se esgrimieron en los años 40 para convencer a los alemanes de eliminar las vidas “indignas”. Cada vez que se discuten estos temas, se olvida la razón más honda de por qué los Derechos Humanos se sostienen en el valor indiscutible de la dignidad de todo ser humano, más allá de su condición o situación. Ninguna vida humana puede ser considerada menos digna que otra, so pena de legitimar el desprecio y el abuso de determinadas personas por el hecho de considerarlas “vidas menos dignas”. Revisitando la historia podemos tomar conciencia, de hasta qué punto la manipulación del lenguaje y los eufemismos nos hacen indiferentes a graves violaciones de los derechos de los más vulnerables.

martes, 29 de septiembre de 2020

YO NO SUICIDO - POR JUAN CARLOS CARRASCO

En el presente debate sobre la eutanasia estamos oyendo mucho a los políticos y poco a los médicos. Y sin embargo el proyecto de ley es para los médicos. Se está legislando para la comunidad médica. En el artículo 1 se comienza diciendo “Está exento de responsabilidad el médico que actuando de conformidad….le da muerte o la ayuda a darse muerte”. El cambio que introduce es trascendental. Basta pensar que si una persona con enfermedad terminal me pide que acabe con su vida, y lo hago, soy un homicida; pero si lo hace un médico, la ley le asegura que no lo es. En adelante habrá dos personas distintas ante la ley: los médicos y todos los demás. Y no serán distintas por razones de raza, de religión o de orientación sexual, sino por su status moral. El proyecto pretende cambiar, en el caso del médico, su condición moral. El suicidio asistido no es sino un homicidio a pedido. El que lo solicita, si reúne las condiciones que el proyecto determina, tiene derecho a solicitar al médico que cambie sus convicciones morales para atender su requerimiento. No le pide que cambie sus opiniones o sus gustos o sus aficiones. Le pide que cambie sus valores morales, que deje a un lado su identidad personal, por el simple hecho de padecer una enfermedad terminal y querer poner fin a su vida.