martes, 22 de julio de 2014

EL LEGADO MUNDIALISTA

Una competencia deportiva es solo eso. Más allá de las emociones que genera por momentos, es un mero enfrentamiento entre rivales circunstanciales. Sin embargo, el efusivo entusiasmo de la gente invita a una reflexión más audaz, trascendente y fructífera.

Este campeonato del mundo de la disciplina más popular del planeta podría pasar a la historia solo como uno más de la secuencia habitual. Pero existe la posibilidad de analizar el interesante legado que ha dejado como saldo trascendente para la sociedad. De su observación se pueden obtener muchas conclusiones, algunas de ellas de gran utilidad para el futuro.

Por un lado, la controvertida modalidad que propone mezclar deporte y banderas, solo exacerba un nacionalismo, que además de cuestionable, resulta peligroso porque alimenta, aún sin pretenderlo, cierto intolerancia, invitando a discriminar a las personas por el lugar en el que han nacido.